Una persona anoréxica es aquella que
restringe la ingesta de alimentos con el fin de reducir su peso y lograr una
figura más delgada; de una manera equivocada. Vivimos en un mundo que fuerza a
las personas a cumplir con ciertos estándares de belleza impuestos en gran
parte por la publicidad, medios de comunicación y la industria de la moda, que
llevan a una visión equivocada de la “perfección” por parte de la sociedad.
Esto obliga a muchas personas, en su mayoría mujeres de adolescentes y jóvenes (aunque
la frecuencia de este trastorno crece alarmantemente en niñas menores de 12
años) a algún trastorno alimenticio.
De cada 10 personas con anorexia
1 es hombre. Las diferencias de género para este trastorno se van reduciendo
conforme la sociedad se vuelve más demandante en la belleza física no solo de
mujeres, sino también de hombres. Un cuerpo estilizado gana más que uno ordinario
y desgarbado, sin contar obviamente el estilo al vestir de la persona. Se crean
diferencias que le cierran el paso a muchos profesionales competentes.
Freud describía la anorexia como pérdida
del apetito=libido, como un mecanismo histérico. Para Freud, la anorexia se
constituye con una serie de síntomas que componen a la histeria y se relacionan
con la melancolía. Puede tener su origen en algún trauma de la niñez
relacionado a la comida, aunque en nuestros días es algo más social que médico.
La gente deja de comer por lograr encajar en el molde de persona esbelta y
exitosa, no lo hacen por una aversión a la comida, y si lo hacen, son casos
extremadamente raros.
Luego de ver el caso de Valeria
Levitina, una mujer anoréxica de 39 años, considero que la perspectiva de Freud
no es válida en nuestros días, sino más bien resulta que la anorexia es un
problema social con repercusión en el físico de las personas. La obsesión con el
control de calorías o simplemente la apariencia física ligada a la autoestima
son los factores desencadenantes. No está de más decir que los padres o tutores
deben estar al tanto de cualquier amenaza o mala influencia contra los menores
de edad que pueden llegar a destruir sus vidas por algo tan irrelevante como el
qué dirán, pero sí se debe reforzar la autoestima de los niños y enseñar que no
es necesario encajar en el molde. Lastimosamente hay personas que no tienen
suficiente fuerza de voluntad para marcar su propio pensamiento y estilo de
vida.
Lo mas triste es ver la cantidad de paginas web que inducen a la anorexia. Que interesante el video !
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